Los últimos años se ha puesto muy de moda la palabra proactivo. En las ofertas de trabajo se añade en las últimas líneas un... se valorará positivamente que el candidato sea proactivo. Nos han inculcado que debemos ser proactivos y todos queremos serlo, puesto que se valora positivamente en nuestro entorno laboral.
La proactividad hace referencia a una actitud que toman ciertas personas frente a la vida, que les ayuda a superar situaciones difíciles puesto a que trabajan para estar mejor, ellos y su entorno. Estamos frente personas que creen en unos objetivos que se han fijado y luchan por el qué, el porqué, el cómo, el dónde, el cuando y en menor medida el quién. Podemos afirmar que el ser humano por naturaleza es proactivo, puesto que dado un estímulo, tiene la libertad interior de elegir una respuesta. Cuando dejamos nuestras decisiones en manos de las condiciones exteriores, le estamos dando al exterior el poder de controlarnos y nos volvemos reactivos. Las personas reactivas son las que reaccionan mediante un estímulo. Cuantas personas conocemos, aparentemente proactivas, que funcionan a base de estímulos? Al ser así, són realmente proactivas?
En mi opinión durante los últimos años se ha confundido el ser proactivo con buscar soluciones, proponer ideas o participar en una reunión. Se ha hablado tanto de ser proactivo que la palabra ha perdido su esencia de significado. La persona proactiva lucha porqué las cosas sucedan. Para que esto pase una persona sola no puede conseguirlo, de modo que se necesita a todo un equipo luchando por la misma causa. En este punto es donde empieza realmente el ser proactivo. Una persona proactiva debe contar con unos valores y en la mayoría de los casos, para que las cosas sucedan, deberá anteponer sus ideales a los intereses propios para generar una energía positiva en el equipo y acercarse a los objetivos.
Ejemplos de lenguaje reactivo: No puedo hacer nada. Yo soy así. Me vuelve loco. No lo permitirán. Tengo que hacer esto. No puedo. Debo. Si...
Ejemplos de lenaguaje proactivo: Examinemos nuestras alternativas. Puedo optar por un enfoque distinto. Controlo mis sentimientos. Puedo elaborar una exposición efectiva. Elijo. Prefiero. Pase lo que pase...
Una buena forma de tomar conciencia del grado de proactividad de uno mismo consiste en determinar en qué invertimos nuestro tiempo y energía. Al revisar todo lo que hacemos lo podemos situar dentro del Círculo de preocupación o fuera. Dentro del círculo de preocupación existe un segundo, el Círculo de influencia, se trata de las cosas en las cuales se puede hacer algo. Sólo trabajando sobre nuestro círculo de influencia podemos empezar a crear una energía positiva dentro y fuera nuestro.
Una buena práctica para empezar a ser más proactivo es el Test de los 30 días: durante 30 días uno sólo se debe concentrar en trabajar en el círculo de influencia: plantearse pequeños objetivos o compromisos y mantenerlos en el tiempo. Concentrarse en ser parte de la solución y no parte del problema. Algunos consejos:
- El primer día se debe prestar atención al lenguage propio y del entorno, se escucha con mucha frecuencia frases como si.., no puedo..., debo..., tengo que...?
- Identificar la próxima situación que se deberá afrontar de forma immediata y que es problable que en el pasado se haya respondido de forma reactiva, como responder proactivamente? Tomarse algunos minutos, imaginarse la situación y verse respondiendo de forma proactiva. Ante cualquier estímulo tienes la libertad de elgir la respuesta.
- Centrarse en un problema de su vida laboral o personal que le resulte frustante. Identificar el primer paso que puede dar en su círculo de influencia para resolverlo. Dar el paso.
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