El Mínimo Producto Viable (en inglés Minimum Viable Product, MVP) sirve para comprovar nuestras suposiciones. Gracias a la iteración continua en distintos MVP podemos reducir al mínimo el tiempo dedicado a las ideas que todavía no hemos probado. Cuanto antes se validen las funciones en las que vale la pena invertir, antes podremos centrar en ellas nuestros esfuerzos (recuerda que los recursos siempre son limitados) y antes estaremos trabajando en las mejores soluciones para los problemas de nuestro negocio.
Lean UX trata de la aplicación de los principios Lean en la mejora continua de la experiencia de usuario. En Lean UX el Mínimo Producto Viable tiene el objetivo de aprender alguna cosa con su desarrollo. Para aprofundizar en cómo se pueden aplicar los principios Lean en la mejora continua de la experiencia de usuario puedes leer el libro Lean UX de Jeff Gothelf y Josh Seiden. Si quieres tener una vista rápida de en qué consiste Lean UX puedes leer este post.
Cuando empezamos la planificación del Mínimo Produto Viable es necesario tener claro cuál es el aprendizaje que queremos conseguir mediante su desarrollo. En cada una de las iteraciones debemos tener claro qué queremos entender. Lean UX propone el ejercicio de plantearse estas tres preguntas cuando nos disponemos a planificar el Mínimo Producto Viable:
¿Existe una necesidad para la solución que estamos diseñando?
Para responder a esta pregunta es probable que lo más efectivo sea utilizar algún método tradicional de investigación. Aún así, en mi experiencia laboral, he vivido el uso del Mínimo Producto Viable para la validación de mercado de una venta asistida online con excelentes resultados.
¿Existe valor en la solución y las soluciones que estamos ofreciendo?
El Mínimo Producto Viable sirve para aprender algún aspecto relacionado con el mercado. El MVP permite maximizar el aprendizaje sobre las soluciones que estamos ofreciendo. Para esto nos obliga a poner en valor la solución diseñada.
¿Mi solución es usable?
El Mínimo Producto Viable nos permite centrarnos en la usabilidad de la solución planteada. El MVP sirve para analizar el valor que ofrece nuestro producto y como los usuarios interaccionan con los elementos que forman la solución.
Si no conoces las técnicas para hacer el Mínimo Producto Viable y quieres familiarizarte un poco más en este concepto puedes leer estos dos artículos previos en Scrumízate:
- Mínimo Producto Viable, ¿cómo hacerlo?
- Los 7 errores más comunes en la definición del Mínimo Producto Viable
En base a las respuestas planteadas en la segunda y tercera pregunta nos encontramos con enfoques y objetivos de aprendizaje distintos en nuestro Mínimo Producto Viable. En cada uno de los dos casos es necesario hacer un ejercicio distinto, para que la prueba en cuestión nos permita validar una suposición y seguir evolucionando la solución según las necesidades del cliente o usuario.
¿Cómo definir un Producto Mínimo Viable maximizando el aprendizaje del mercado?
En este caso veremos cuáles son las recomendaciones principales para definir un Mínimo Producto Viable centrado en maximizar el aprendizaje sobre el mercado para conseguir el objetivo fijado y empezar a plantear las nuevas iteraciones sobre la solución.
- Propuesta central de valor: Es imprescindible poderse parar un momento y dedicar un tiempo a depurar la idea hasta llegar a la proposición central de valor. Con esta propuesta de valor tenemos el tiro de salida para el MVP. Esta propuesta de valor es la que se presentará al cliente o usuario. Para esta presentación es imprescindible ser claros y concisos.
- Priorización del trabajo: En esos momentos de alta creatividad y que nacen nuevas ideas como setas, nos podemos ver rodeados de muchos puntos nuevos a desarrollar. ¿Cómo podemos dar salida a todas esas ideas que se necesitan validar? Gracias a un sistema de priorización. Si cuentas con un buen sistema de priorización sólo debes dejar que el sistema haga su trabajo. Prioriza, prioriza sin compasión.En este artículo se explica como priorizar el backlog de tareas.
- Velocidad: No nos olvidemos que conseguir el MVP de una solución va de ir rápido. Construir velozmente, sin grandes planificaciones, ni extensas documentaciones, largas fases de definición de requisitos... Lean UX apuesta por el uso de las metodologías ágiles para poder construir los MVP de una forma coordinada y centrados en el valor. Gracias a las metodologías ágiles conseguiremos que la información circule más rápidamente y en consecuencia se pueden realizar actualizaciones con mayor facilidad.
- Estadísticas: En el mundo digital todo se puede medir. Un buen amigo siempre dice, si no muestras métricas sólo eres una persona más dando opiniones. Analizar el comportamiento del usuario nos permite observar cómo interactuan con la solución. Podemos saber qué hacen y no lo que dicen que hacen. En el diseño de soluciones digitales, el comportamiento del usuario es más importante que las opiniones.
- Calls To Actions (CTA): La mejor forma de saber que un usuario está interesado en nuestra solución es mediante una llamada a la acción (en inglés Call To Action, CTA). Un usuario muestra su interés con la interacción con un elemento de la solución. Gracias al comportamiento del usuario frente a los CTAs presentados el MVP nos aportará conocimiento de como valoran nuestra solución los usuarios o clientes.
¿Cómo definir un Producto Mínimo Viable maximizando la entrega de valor a los clientes?
Ahora queremos que el Mínimo Producto Viable nos sirva para maximizar la entrega de valor al cliente en la iteración planteada. Para poder dar este enfoque al MVP debemos seguir unas recomendaciones distintas que el caso anterior. En este caso lo podemos resumir en tres puntos:
- Funcional: El Mínimo Producto Viable debe ser funcional. Aunque estamos hablando de una versión reducida de un producto o servicio debe ofrecer cierta integración con el resto de la aplicación. El objetivo es que el usuario pueda utilizar el MVP en un contexto normal o el máximo realista posible.
- Analíticas: Es imprescindible medir los resultados obtenidos con el Mínimo Producto Viable para proceder a su validación, mejora o descarte. Para poder analizar correctamente todos los datos y convertirlos en información es imprescindible conectar el MVP con el sistema de analítica del aplicativo. Para poner un ejemplo podríamos estar pensando en nuevos objetivos o eventos de Google Analytics.
- Consistencia: El Mínimo Producto Viable debe ser consistente con el resto de la aplicación. Eso significa que no sólo debe ser funcional sino que debe seguir la misma guía de estilo, recursos de la marca existentes, componentes en la interficie... El usuario no debe percibir que está en un experimento de un MVP.
Conclusiones
Un enfoque habitual en el desarrollo de un nuevo Mínimo Producto Viable es empezar a crear un prototipo. El motivo por el que pasa es bastante razonable: los diseñadores quieren probar sus diseños y los desarrolladores quieren probar su código. Cuando esto sucede se empieza a trabajar en la creación de unos primeros bocetos o mock ups para empezar enseguida también a desarrollar una primera versión del prototipo.
Muchas veces la creación del prototipo no es para nada necesario, pero el problema no es este, sino que en muchos casos también puede ser perjudicial. La creación de prototipos es una herramienta muy potente en determinados momentos pero no es la única forma para avanzar en un proyecto, y mucho menos la más rápida.
Para trabajar en un Mínimo Producto Viable siempre debemos conocer que queremos aprender. Siempre intentaremos aprender algo del mercado y entregar valor al cliente con algo nuevo. Para poder construir el MVP debemos repetirnos constantemente cómo se puede hacer la solución más simple. Para la planificación del MVP podemos hacer el ejercicio de responder estas preguntas:
- ¿Qué intentamos aprender?
- ¿Qué variable principal nos permite validar la hipótesis?
- ¿Qué otras variables nos pueden ayudar a validar la hipótesis?
- ¿Cuál es la forma más rápida de obtener toda esta información?
El éxito o el fracaso del proyecto dependerá de muchos factores. Como siempre, el equipo es un factor clave. En el trabajo en iteraciones sobre distintos MVP es muy imortante que el equipo tenga interiorizados los objetivos de aprendizajes para esa iteración. Para que pueda ser digerible el Mínimo Producto Viable debe ser lo más pequeño posible. Con un equipo bien informado se entenderán mejor las modificaciones o cambios que se irán aplicando en las distintas iteraciones. Si tras distintas hipótesis probadas no se consiguen los resultados esperados llegará el momento de descartar la hipótesis.
Para terminar os recomiendo este post de Javier Garzás en el que encontrarás una checklist que te ayudar en el trabajo con MVP.
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