La gestión del riesgo es clave en cualquier iniciativa empresarial de éxito. Scrum permite reducir los riesgos a fracasar. Existen tres tipos de riesgo básicos: el riesgo de mercado, el riesgo técnico y el riesgo financiero. Estos riesgos se pueden resumir con estas tres preguntas:
- ¿Quiere la gente lo que estamos haciendo?
- ¿Podemos hacerlo realmente?
- ¿Podemos vender lo que hemos hecho?
En los últimos años hemos pasado por distintas modas, que han provocado el nacimiento, y la muerte, de muchas startups y proyectos. Primero pasamos por la moda del Cloud, todo eran aplicaciones web que permitían subir "cosas" a la nube. Si no estabas en la nube no eras nadie. Ahora todo es cloud, no se cuestiona que todo se guarda en Internet, las aplicaciones aportan más valor más allá es estar en la nube.
Más tarde llegaron las redes sociales, aparecieron como las setas pero pocas consiguieron construir una comunidad de usuarios. Actualmente nos han llenado de funcionalidades sociales cualquier aplicación. Las aplicaciones, a veces de forma innecesaria, incluyen funcionalidades sociales de comentar, mensajería, compartir, seguir...
La siguiente moda fueron las apps, surgieron una cantidad enorme de apps molonas que debían permitir a una startup sobrevivir. La realidad ha sido que los usuarios les hace pereza instalarse apps nuevas. Ahora estamos entrando en la era del big data?
Sea cómo sea, seguirán naciendo startups, con productos innovadores y se encontrarán con la necesidad de gestionar el riesgo. Scrum permite minimizar el riesgo de mercado gracias a la estrategia de desarrollo incremental. Hacer entregas de forma continua permite que el cliente tenga el producto más pronto. Gracias a su feedback temprano y frecuente se pueden ir aplicando pequeños cambios al producto actual, reordenar las prioridades o añadir nuevas funcionalidades.
Con el tiempo he escrito una serie de posts que nos ayudan e enfocar la propuesta de valor, el mínimo producto viable y la estrategia de desarrollo iterativo e incremental:
- Cómo empezar a diseñar una propuesta de valor de éxito
- Estrategias para maximizar la aportación de valor al usuario
- El Mínimo Producto Viable nos sirve para aprender
- Desarrollo iterativo + Mínimo Producto Viable = Scrum
- Historias de usuario, trucos y consejos
El producto que se acaba construyendo, nunca es el que es había pedido inicialmente, esto es normal no se sabe que se quiere de verdad hasta que ve algo terminado. La prioridad es entregar un producto temprano.
El riesgo técnico puede ser una cuestión muy complicada, especialmente si se requiere construir algo físico, que requiere fábricas, herramientas y inversión anticipada. Las decisiones no se deben tomar bajo planteamientos teóricos. Se debe conseguir prototipar y tomar la decisión con algo que se pueda ver y tocar. Esto aplica igual al software. Es conocido que Apple, con todos sus productos, construye docenas de prototipos que funcionen antes de someterlos a un banco de pruebas para ver cuál funciona mejor y seguir iterando.
Puedes descubrir cómo mejorar la velocidad de trabajo mediante la priorización de las tareas del backlog como herramienta para luchar contra los riesgos de un proyecto.
El riesgo financiero es el que hace fracasar a muchas empresas. Han construido una cosa que está muy bien, pero no pueden vender una cantidad suficiente para generar beneficio. Scrum permite a una empresa responder rápido a esta pregunta ¿Ganaremos dinero haciendo esto? Haciendo entregas incrementales delante de los clientes se entiende que es lo qué valoran y cuanto están dispuestos a pagar.
Si las primeras tentativas son erróneas se pueden aplicar cambios, sólo se perderá es el coste en tiempo y la energía de los pocos sprints que se invertirán. Mucho mejor que descubrir en un futuro de pérdidas que a la gente le encanta el producto, pero no lo suficiente cómo para pagar por ello.
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